
El borracho, acodado en una mesa, se recuperaba lentamente. Era el cuarto café que se tomaba. Su mente iba retornando y se hacía lentamente con aquel cuerpo a la deriva. Fue entonces cuando empezó a hablar solo, fijos los ojos en el suelo. Era una pena que la borrachera pudiera notártela cualquiera, decía, pero lo era más que nadie te notara los golpes, los disgustos, los desprecios, las amarguras, las tristezas, la soledad que uno lleva acumulada… Sería mejor que te notaran eso, pero la gente sólo nota que vas borracho. La borrachera, al menos, debiera volvernos invisibles. Concluyó.
4 comentarios:
Esa, señor Lan, es filosofía de 90°. Jejejeje
Besiños
¿Qué significa filosofía de 90*?
No sé si te refieres a que eso se decía en los 1990. Si es así, no lo sabía. Pero bueno, nada nuevo hay bajo el sol.
Saluditos :-)
Es que por aquí hay un alcohol de 90° que beben los borrachines consuetudinarios (creo que es tóxico). Por eso digo, "filosofía de 90°"
Kisses
Por aquí también hay aguardientes pero no llegan ni con mucho a esa graduación y además son apreciados por su calidad, especialmente los gallegos. Se les llama también orujo. Antiguamente los más recalcitrantes bebían absenta que era muy fuerte unos 70º, pero creo que no se hace o está prohibida.
Saludos.
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