8 de noviembre de 2008

¿Acaso Federico peca en la Cope?


Siempre sostuvo la Iglesia que alegrarse del mal ajeno estaba feo. Pero sí, la crisis, mal comunitario, puede generar felicidad: Así cada paso hacia la recesión, pone a Federico más radiante. ¿Hacia un 20% de parados?, Federico feliz. Dinero público para que no quiebre la banca, Federico satisfecho. Moratoria en las hipotecas para evitar embargos, Federico exultante. El buen humor de Federico aumenta proporcionalmente a la magnitud de las desgracias nacionales. La recesión nos permite ver contenta a una persona resentida. ¿Lo arrastrará desde la infancia? Es posible. Pobrecillo. Pero, hay que ver, ¡a qué gente contratan los obispos!

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