6 de noviembre de 2008

Memorias tristes


No sé si todos, yo sí, hemos sido o fuimos alguna vez protagonistas de hechos vergonzosos que entonces superamos pero a los que ahora, con lo aprendido viviendo, no podríamos sobrevivir dignamente. Nos salvó la inexperiencia, la ignorancia, el seguidismo, la irresponsabilidad, la cobardía o qué sé yo. Hoy ocultamos esas vergüenzas que no podemos olvidar. Gestionamos nuestra memoria a nuestra conveniencia, lo mismo que los políticos hacen con la realidad. Pero el pasado, como el agua de las tormentas, tiene memoria y siempre regresa por sus viejos caminos torturantes. Y entonces, hasta en los plurales se busca anonimato.

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