Veo que el estrellato del cine, música, pasarela, deporte, espectáculo… y de todas aquellas actividades que nos entran inocentemente por los ojos y oídos, sin que tengamos que hacer ningún esfuerzo (si exceptuamos, quizás, el de no dormirnos) se dedican sin excepción a las actividades altruistas para con, como se dice ahora, los más desfavorecidos. Y, seguramente para que cunda el ejemplo, se encargan de que los medios de comunicación lo propaguen a los cuatro vientos. Y es que hoy no basta con ser rico, guapo y famoso… se impone ser solidario. ¡Gigantes de bondad, qué almas tan nobles!
6 comentarios:
¡Qué vergüenza, dudar de la integridad moral y la sincera preocupación humanitaria de Angelina Jolie y Leonardo DiCaprio!
¡Gracias!
Gracias, gracias, gracias.
Tú sabes por qué.
Besos de 7 L
La que no se apellida Streisand
Pues sí, Jenny, hasta ahí llega mi escepticismo. Hasta hacerme dudar de las bondades de seres todos tan sublimes y sofisticados. Si es que cada día estoy más descreído.
De nada, Bárbara, a mandar.
Lo más obsceno del caso es que su solidaridad suele consistir en organizar una fiesta de dimensiones titánicas para recaudar fondos.
Con fondos, se refieren, supongo yo, a los cuatro duros que les sobren después de pagar los trajes de Armani, el camión cisterna de Moët & Chandon, etc...
Queda muy claro, eso sí, que lo más que están dispuestos a hacer por los desfavorecidos es correrse una buena juerga.
No olvidemos, Mostrenco, que además de emborracharse con champanes de 12.000 euros, algunos de esos seres fabulosos están, incluso, dispuestos a comprar -ellos lo llaman adoptar- a alguno de esos niños desfavorecidos, habitualmente negros o con ojos rasgados, que da más penita.
¿Cabe mayor muestra de solidaridad para con el mundo que estar dispuesto a meter a ¡¡un negro en miniatura!! en su propia casa?
Pero, pobrecillos, si entre acudir a eventos, ayudar full time a los desfavorecidos, apoyar a las causas humanitarias, financiar a los handicapados, ingresar from time to time en clínicas de desintoxicación porque, aunque nunguno es drogadicto, tienen horribles problemas adquiridos socialmente de dependencia... si es que no paran y, para colmo, de vez en cuando van a ver al Papa... Si los pobres llevan una vida de locura y luego, encima, criticados por solidarios... no hay derecho.
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