17 de febrero de 2009

Sedante


Hace tiempo grabé unas conversaciones con la Guardiana. En ellas me contaba cosas de su vida. Me las había contado cientos de veces pero hice que las contara una vez más sin decirle que quería asegurarme la presencia de su voz. Hasta hoy no me había atrevido a escuchar esas cintas. Contrariamente a lo que imaginaba, la voz de mi madre no me ha conmovido, al contrario, me ha serenado dulcemente como cuando era niño y, en mis noches de pesadillas, venía a mi cama y me decía al oído: Duérmete, hijo, que sólo es un sueño.

2 comentarios:

Insumisa dijo...

Belleza de querubín. INSISTO lo mas lindo que he visto en mucho tiempo. La Guardiana tiene/tenía razón. Solo es un sueño.
Por que la vida es sueño.

Besos tiernitos, tiernitos

Lan dijo...

Exagerada, P de L.
No sé donde voy a poner tanto halago.
Besos.