16 de marzo de 2009

Persecución religiosa


La iglesia tiene el mismo derecho a manifestarse que cualquiera. Y también el deber, como tenemos todos, de encajar lo que los demás digan sobre lo que sus representantes manifiesten. Pues, estando bien que digan lo que deseen como hace cada cual, no está bien que, cuando escuchan lo que les desagrada, tilden a los que se han pronunciado de anticlericales y digan de sí mismos que sufren una persecución. Y, sobre todo, luego de hablar, si no convencen, que dejen a los demás con su albedrío, no vaya a ser que den ellos en ser esos denostados perseguidores.

4 comentarios:

LM dijo...

a ver se algum dia passam a feitos o que predicam... a liberdade nom é tal se só existe dentro dum regime religioso.
beijos

Lan dijo...

Bueno, lo que hace falta no es que no prediquen su mensaje sino que no lo intenten imponer. Cada cual que siga sus creencias y todos podemos vivir en paz.
Besos.

Paz Zeltia dijo...

hoy escuhé la perlita papal:
el condón contribuye a la infección por sida.
y lo dice en un país donde mueren como chinches debido a esa enfermedad.
en fin ¿no es un delito una declaración así por parte de alguien con esa influencia? no, ya, pues debéría!! es casi como incitar al asesinato.
tengo un cabreo!

(ya sé que lo que recomiendan es la abstinencia, pero hombre, si ni siquiera los curas se abstienen)

Lan dijo...

Me parece que ese señor es un delincuente al que no se le puede aplicar el eximente de ignorancia porque, culturalmente, pasan esas élites de la iglesia por ser la flor y nata de la cúspide cultural del planeta.
Tal vez Garzón opte por imputarle cualquier día en un delito de incitación al suicidio masivo.
Pero, por otro lado, ¿cómo es que nos tienen por unos seres tan tontos, por unos indigentes culturales de tal calibre?
¿Tanto se han acostumbrado a ello?