9 de junio de 2009

La felicidad

Es más fácil llevarla dentro que encontrarla. Si se lleva, es siempre sin saber por qué; y si no, por más que se persiga, nos esquiva sin que conozcamos la razón. Cuando me cruzo con la gente no me imagino que, por la expresión de sus caras, lleven idea de buscarla. Es más, estoy seguro de que casi todos la tienen olvidada. Es algo que, como todo, se piensa que aparecerá mañana: cuando acabe los estudios, cuando tenga trabajo, cuando tenga pareja, cuando tenga casa, cuando tenga hijos, cuando me jubile, pero… nunca terminamos de pagar las letras de la felicidad.
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2 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

Es verdad. Eso es algo que posponen hasta los que quieren hacer las cosas pronto para luego "tener esa ansia a un lado". Yo, como soy de las que deja todo para el último momento, pues claro, aun no la he encontrado.

:-)
A veces la busco, durante un rato. Pero luego me ocupo de cosas urgentísimas.
;-)

Lan dijo...

Lo creo, Zeltia. Somos, casi todos, personas del mañana. La felicidad, para mañana también. Devoradores de presente, siempre a la espera del futuro feliz.