
- Eso no es nada, Josua, que es un pedo.
- Pero es que estaba caliente…
- Huy, el Josua, que me parece que…
- Y pringa…
- ¡El maricón del Josua se ha vuelto a cagar! ¡Un día de estos lo ahogo, te lo juro!
- ¡Mamá, ven deprisa qué huele muy mal!
- ¡El dios que lo cagó! A ver, qué hago yo ahora, en medio del pueblo.
El papá del Josua ponderó la situación mirando a la criaturita y finalmente dijo, en tono concluyente:
- ¡Huy, copón!
.
4 comentarios:
si señor. en momentos dramáticos conviene guardar la calma y templar el ánimo, y luego, como en este caso,
resolución!
Yo diría más bien, en el caso del padre, inhibición.
ya.
;-)
lo decía irónicamente.
besos (por aquí hoy primer día de fresquito ya)
También aquí llegó el fresco, casi frío esta mañana.
Besos.
Publicar un comentario