
Parece que, además del ADN y todo lo físico que nos trasmitimos los humanos, también las historias que contamos pasan a formar parte de nosotros y de los demás. Tal vez para eso sea bueno Internet, porque facilita la existencia y transmisión de nuevas historias, lo mismo nuestras, que de muchos como nosotros, y así las historias se multiplican y se expanden y el bagaje cultural del mundo crece y crece de modo imparable, incontrolado, constante, libre, sin trámites, en múltiples direcciones y, quién sabe, si las historias, que son nuestras hoy, mañana lo serán de mucha gente.
4 comentarios:
pues podrías estar hablado de plagio.
pero no creo.
si no de que cuando alguien transmite una historia,
esa historia ya está libre para ser contada de nuevo.
bueno, dejemos lo del copy right por un rato
Lo que menos pensaba era en la propiedad,
Pues tal y como van las cosas, ya mismo nos pedirán que paguemos un canon de ésos por contarle a nuestra sobrina el cuento de Caperucita Roja.
Ojalá la cosa siga siendo como tú describes.
Pese a todo, lo será. Si no se cepillan Internet, claro.
Saludos, Ángeles.
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