28 de octubre de 2009

Sed de justicia


Estoy convencido de que, mientras Dios se preocupó del planeta, las cosas fueron bien. Eso sí, de vez en cuando, era necesario algún escarmiento en plan Sodoma o Gomorra y algún que otro diluviazo, plaga o ángel exterminador sin importancia, en plan pura justicia. Pero, vamos a ver, ¿con quién estaba Dios? Pues, naturalmente, con el pueblo elegido. De eso nadie dudaba, que les tenía que castigar pues les castigaba, que les tenía que reprender pues les reprendía, y todos sabían a qué atenerse. Pero, no sé por qué, me da que últimamente está de un dejadote que para qué.

4 comentarios:

Ángeles dijo...

O sea, que estamos verdaderamente dejados de la mano de Dios. Si es que de la pereza no se salva ni Dios.
Me ha encantado esta entrada.
Saludos.

Paz Zeltia dijo...

uich, no, no para nada!
el pueblo elegido está ahora estupendamente si lo comparas con...
los palestinos, pongo por caso.

Lan dijo...

Cada día tengo más la sensación de que todo va manga por hombro. A alguien habrá que echarle la culpa, ¿no?
Saludos, Ángela.

Lan dijo...

Pues eso digo, Zeltia, lo bien que vendría un poquito de justicia, aunque fuera divina. :-))