3 de noviembre de 2009

Había una vez un circo...


Pese a los esfuerzos de los políticos, existen paraísos fiscales. Pese a los casos recientes, la corrupción no está generalizada. Pese a los últimos ejemplos, los políticos denuncian siempre la corrupción en sus partidos. Pese a que cumplen infinitamente más condena que cualquier carterista, no hay políticos corruptos. Pese a que se conculca su presunción de inocencia, resultan ser inocentes. Pese al compadreo que se ve, nada indica que los políticos se tapen entre ellos. Son, estos jueces tocapelotas y estrella y estos fiscales anticorrupción, los irresponsables que arrastran por el suelo el buen nombre de la política española. ¡Joder!

4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

pobres.

Lan dijo...

No lo creas. Pocos lo son.

Insumisa dijo...

La política y sus malas artes. Parecen ser el pan en todas partes.

Salió en verso y sin esfuerzo.

Lan dijo...

Y dicen que la policía utiliza escuchas ilegales para poder pillarles con las manos en la masa. Como si ellos se dedicaran a escribir poesía. Y que así no vale que esas escuchas son sólo para los malos (terroristas y traficantes) que a ellos no les pueden hacer eso, que son los padres de la patria.
Saludos, Piel de Letras.