11 de diciembre de 2009

Peonadas

Son nuestros quirófanos lugares con un ambientazo propio de mercados. Trasiego de profesionales donde cada quien deambula incontrolado excepto por los habituales. Los comentarios son jocosos, intrascendentes, profesionales e, incluso, displicentes y engreídos, aunque, alguna vez, hasta aparentan interés por el paciente. Pero, por la poca o nula frecuencia con que éstos los visitan, los profesionales más finos de la peonada, creen que son tontos, que su percepción viene mermada por los sedantes, los fármacos y el miedo, y que no se dan cuenta de que son sólo ovejas en un desolladero en el que cada cual esquila su vellón.

6 comentarios:

Chousa da Alcandra dijo...

Excelente, irónica y atinada reflexión!

(Vengo también a agradecer tu amable comentario sobre la lengua gallega en el blog de Maribel-bel. Ojalá tu sensibilidad fuese un virus altamente contagioso...)

Un saludo

Lan dijo...

Gracias, Chousa.
Creo que hemos vivido, en España, ignorantes de los gallegos, de espaldas a ellos; y ellos con la vista puesta en el mar.
Por eso, descubrir la belleza del gallego a mis años, más que un hallazgo, me parece un delito.
Saludos.

Ángeles dijo...

No se puede describir el ambiente hospitalario con más tino.
A mí me da bastante miedo toda esa trama sanitaria.

Zeltia dijo...

me he puesto triste pero sobre todo enfadada por los recuerdos que me ha removido tu entrada. toda esa frustración e impotencia de oir como alguien a quien quieres te cuenta cómo se sentía sobre la camilla, con frío, con miedo, teniendo que escuchar las bromas y chistes mientras su cuerpo acusaba el dolor; y ni una palabra reconfortante, ni un contacto humano, ése que seguramente tendrían con un perrito ooooh miiiira, qué lindo, pobrecillo

mira chousa qué agradecido! la verdad es que también a mí me hizo sentir bien cuando me contaste que los textos en gallego tenían para tí algo especial tanto desprecio hacia nosotros nos vuelve muy agradecidos y los halagos nos conmueven

Lan dijo...

Ángeles, creo que sí se puede describir con más tino, pero en cien palabras no supe hacerlo mejor.
Por otro lado, si lo esencial lo puedes expresar con cien, para qué utilizar más. Son ganas de aburrir.
En todos los ámbitos hay gente buena, humana y muy profesional. En este artículo me refiero sólo a la gente que hace peonadas para intentar reducir las listas de espera al tiempo que ganan mucho dinero. Me parece que descuidan algunas cosas.

Lan dijo...

Zeltia, con lo que le digo a Ángeles te contesto también a ti. Se trata de la impresión de sentirte nadie, una ovejita a lo sumo.