26 de abril de 2010

El tiempo roto

¿Cómo voy a decir que os desprecio? Me desprecio a mí mismo por pensarlo. ¿Dónde está la gente de entonces? Es fácil explicarlo. De unos me separaron intereses; de otros, la incomunicación y la distancia; de aquéllos, los criterios de nuevas compañías; de éstos, las ambiciones en la sombra; de algunos la muerte; de todos, el acontecer de la existencia que a cada cual le aconseja al oído dónde estar y qué hacer.
Solo, en la terraza de aquellas bohemias compañías, ya no tiene sentido, como entonces, tomar copas y hacer añicos, entre risas, los vasos contra el suelo.

2 comentarios:

Zeltia dijo...

el tiempo implacable, el que vivimos, nos va alejando de algunos, sustituyendo a otros, abriéndonos a otros.
todo fluye y hay costumbres, amistades, felicidades que hoy no tienen cabida ni sentido en nuestras vidas, romper os vasos despois de beber.
(haberá xa quén nin bebe)

Lan dijo...

Qué tranquilamente resignada me parece tu última frase en gallego.
Seguro que llevas razón, Zeltia.