18 de agosto de 2010

Viajes y dudas

Volviendo de un viaje indefinido de cincuenta días, uno no sabe si vuelve más despabilado que cansado, más conocedor que aburrido, más cargado que vacío.
Tiene, la ilusión, un vestido de variedad, como también lo tienen los engaños sutiles, esas informaciones fugaces, breves y variadas, con las que nos distraen diariamente en las televisiones. Y uno se dice si viajar no será lo mismo: pasar de un sitio a otro sin profundizar, con la falsa ilusión de haberlo conocido, y constatar que allá se estuvo y ya es página pasada en la lista de lugares del archivo digital.

5 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

Bienvenido a tu propia bitácora!

:D

Se te echaba de menos.

Y no me hagas ésto, no me desanimes, ahora que me estoy yo calcetando una funda para la furgoneta de mis sueños de jubilada!

Lan dijo...

Perdona, Zeltia. No quería desanimarte. Pero viajar, a veces, es como verse inmerso en una corriente. Por ahí he escrito que viajar se ha convertido en una especie de mandamiento. Pero supongo que para una persona capaz de hacer calceta seguirá teniendo muchos alicientes. ;-)
Gracias.

Paz Zeltia dijo...

Si, ahora ya he visto lo del mandamiento: "viajarás por encima de todas las cosas"

:)

lo cierto es que yo, de momento [será porque apenas viajo] sigo teniendo la sensación de que el tiempo se mide de otra manera, que la vida transcurre con más conciencia, los estímulos que me emocionan se suceden más rápido, y se está como en diferente "plano".

Paz Zeltia dijo...

Mi duda ahora mismo es la foto.
[Iba a decir "de qué coño es", pero aparte de ser una ordinariez, está visto que es de otra cosa -el pelo-. De qué?]

Lan dijo...

No es pelo, Zeltia. Es esparceta en mitad de un pinar movida por el viento.