
Hoy ese presidente francés, con nombre de tumor maligno, se las arregla para deshacerse de las campas miserables de gitanos rumanos. Me pregunto si la historia, con matices, no se repetirá y, tantos años después, el ambiente de esta opulenta Europa no empieza a apestar nuevamente a racismo y xenofobia. En España, también.
2 comentarios:
si, si, si! yo también me pregunto lo mismo, hace un tiempito que se barrunta... aquí en Galicia apenas había extranjeros, y los que había eran algunos sudamericanos, que al fin eran "descendientes" de gallegos... pero ahora los barrios se llenan africanos, chinos y venga más brasileiros y ecuatorianos y argentinos y... y los del barrio nos sentimos extraños, porque nos cambian las tiendas por locutorios y cibers, y el bar de abajo es de unos brasileiros, y en la esquina "los moros", los moros, por favor, si los que dicen "los moros" no saben ni lo que están diciendo. Y si no se encuentra trabajo es que claro, con tanto extranjero, y si tienes cola en la seguridad social es que claro tanto extranjero; al final siempre pagan los de siempre, los que menos tienen.
Muy triste lo de Francia.
Y lo del nombre de tumor maligno me ha encantado, me lo quedo.
(aunque luego se me olvida, como aquella otra cosa que dijiste que me iba a quedar, que me molaba, y se me ha olvidado)
Sí, Zeltia, y son los mismos políticos y periodistas, esos que envenenan poco a poco el ambiente con sus decisiones censurables y sus comentarios tendenciosos, los que afirman sin rubor que el problema de nuestra sociedad es la crisis de valores.
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