8 de noviembre de 2010

Godfather, beso su mano

Este fin de semana me he instruido una vez más con esa historia siempre viva de la familia, los negocios, los políticos, la curia, la dignidad y el boato, las conveniencias, los discursos, los intereses, el respeto, los valores, el divorcio y el aborto, las evocaciones a tiempos pasados, fundamentalmente los años 30, los himnos, las banderas, el honor, la tradición, la fidelidad, la astucia, el doblez y, sobre todo, esos significativos y rendidos besos en la mano con la rodilla hincada en el suelo. El Padrino es mi debilidad. Un fin de semana indicado para reflexionar sobre la película.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Pues no te imagino yo besándole la mano a nadie, fíjate. Ni dejando que te la besen a ti.
Supongo que para eso están las historias, ¿no?

Lan dijo...

No creas, Ángeles. No sólo las historias. Me ha parecido verlo por la tele, con el Papa. Pero, claro, fue sólo un momento porque estaba muy entretenido viendo El Padrino. Igual me lo pareció y no fue así.
Saludos ;-)