7 de diciembre de 2010

La garita

Sé que la vieja garita está repleta de anónimos sueños desvelados, de imaginarias, de relevos y de santos y señas. Es un olvidado túmulo encastrado en la esquina de un callejón perdido, a la puerta de un acuartelamiento desahuciado. La base de sus piedras y sus ladrillos carcomidos podrían todavía testificar de levas oxidadas y escalafones acartonados y podridos, de ausencias fantasmales, de recuerdos errantes que, exiliados de las memorias muertas, son esencia de olvido. Pero reúne para mí el capricho de ser una más, entre esas fotos feas que colecciono, antes de que también los lugares se escapen.

8 comentarios:

Insumisa dijo...

La garita le llamamos acá, a las instalaciones del cruce fronterizo hacia USA. La foto, con sus ladrillos rojos carcomidos disparó un recuerdo en mi memoria. Será por la forma semi-circular. Será por los colores. Será porque acabo de despertar hace menos de una hora. Por lo que sea. Pero recordé una construcción parecida entre los rescoldos de memoria que aun poseo.

Lan dijo...

Garita, caseta, torrecilla...
¿Cómo se llaman en México esos pequeños cuchitriles donde los soldados hacen guardia?
Saludos, Piel de Letras.

Ángeles dijo...

No digas que la foto es fea. A mí me gusta mucho,es una imagen muy bella y sugerente, como el texto. Y cuando esa pequeña construcción desaparezca, que desaparecerá, te dará pena y te alegrarás de haberla fotografiado a tiempo. Sigue coleccionando 'fotos feas'.

Lan dijo...

Gracias, Ángeles. Cada día me retraigo más de hacer las fotos que todo el mundo solemos hacer. Prefiero las que evoquen algo o, al menos, lo sugieran. Así que la belleza y la fealdad combinan más, a mi juicio, con lo que pienso de ellas.

Paz Zeltia dijo...

Te entiendo muy bien.
¿por qué tendremos esa necesidad?

tú, que haces malabarismos con las palabras,
quizá puedas expresarlo (tu motivo) [estoy segura]

aunque no te pido que lo hagas :)
y me vendría bien, de las palabras de tu construcción podría quedarme alguna para mi.

Feliz domingo

Lan dijo...

Pues no lo sé, Zeltia. Puede ser por un conjunto de razones. Pero las razones, cuando son variadas, guardan siempre un equilibrio inestable. Las memorias que llevamos dentro, sedimentadas por la vida, forman unas capas superpuestas de lodos multicolores que, determinadas estampas, revuelven periódicamente sin ningún control por nuestra parte. Entonces, a veces, vislumbras algo solamente un instante entre el desorden de la turbiedad. Y la idea le pide material de construcción al lenguaje. Y lo escribes o lo intentas. Luego, despacito, vuelven los lodos a sedimentarse. Y vuelves a ver lo que todos ven.
Feliz domingo.

Paz Zeltia dijo...

ves, como si haces malabarismos?

:-)

Lan dijo...

Gracias, Zeltia. Pero es sólo un parecer. Así que creo que. como antiguamente se decía, es gracia que me haces.