No fui consciente de que me educaran en valores. Pero es que, en aquella época, no se propalaba lo que se hacía, ni se ennoblecían los quehaceres educativos ordinarios con palabras de pomposo diseño. Quienes hablan hoy de educación en valores dan por sentado que los tales valores existían entonces y se han perdido ahora. Pero, recapacitando sobre mi educación, concluyo que en mis tiempos, más que en valores, fuimos educados en temores. Hoy aquellos temores se han perdido y puede que, con ellos, se esfumaran también los supuestos valores de los que dicen que la gente joven adolece.
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2 comentarios:
La foto es ilustrativa a no poder más; refleja la falta de ingenuidad, de candidez que nos asola, con lo que eso conlleva. Da pena.
Tu reflexión es, como cabía esperar, muy interesante. Yo votaría por el término medio, que es mi término favorito.
Lo comprendo, Ángeles.
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