31 de marzo de 2011

Hombres fatales

Los que van de rufiancetes, depredadores de señoras, cuando por una vez les sale mal la cosa, hay que ver cómo se ponen. Oye, que se maquean de perros vagabundos y  moquean dignísimos al mundo un sentimentalismo de cuya carencia siempre se jactaron. Y su abandono lo revisten de poesía, y llega a verse tan bonito al desgraciado, que hasta las  más reacias se vuelven comprensivas y, a poquito, más de una se prestaría al maternal consuelo y luego al otro. Desde joven, me pregunto si no será una añagaza golfa el mover a compasión a las mujeres.

2 comentarios:

Metalsaurio dijo...

Con sus "es que digo lo que pienso" y sus "es que soy asi" les cuelan muchas.

Por cierto, me echo a adivinar: ¿la foto de la plaza es de Astorga?

Un abrazo.

Lan dijo...

No, Metalsaurio, es la plaza de Haro.
Otro abrazo para ti.