17 de marzo de 2011

La paciencia


El tiempo, del que los yanquis dicen que es dinero, es, sin embargo, cosa gratuita. Es el mejor regalo.  Por ejemplo, el tiempo que dan algunos padres a sus hijos es clave para su educación. Pero los adultos, paulatinamente más idiotizados por este sistema de vida que nos arrastra, regateamos el tiempo más que ninguna cosa. La paciencia, que esencialmente es un regalo de tiempo, escasea. La paciencia, prestada a los demás o autoconcedida, nos permite comprender que nuestros actos raramente son éxitos y, aun así, son tan limitados y parciales que, casi siempre, más se asemejan a fracasos.

2 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

La paciencia nos permite comprender que nuestros actos raramente son éxitos o se asemejan a los fracasos?

No entendí el razonamiento :-(

por qué nos permite comprender la paciencia? por dedicar tiempo a reflexionar?
jo, no lo cojo...

Lan dijo...

Uno, a veces, se lanza y cree que ha hecho algo bueno y, además, el hecho de que algunos se lo avalen nos hace creer que así ha sido. Pero, si con el tiempo revisas lo que hiciste, siempre sueles ver pequeño aquello que te pareció grande. Pero, para hacer esto, tienes que tener la paciencia de revisarlo, de verlo de nuevo con los ojos de ahora, con lo que ahora sabes, y, si lo haces, sueles darte cuenta de que aquel éxito no te parece mucho más que un fracaso. La paciencia también es un regalo de tiempo que podemos hacernos a nosotros mismos.
Esto de escribir artículos de cien palabras, a veces, es mortificante. Y es gracioso que tengas que utilizar más de cien en explicarlos. Eso indica que no te salieron tan bien como pensabas. :-)
Gracias, Zeltia, por el comentario.