5 de abril de 2011

Para discretos


Del vivir, el recuerdo;
del amar, la esperanza;
del penar, el silencio;
del hablar, no esperes más que chanzas.
Que recuerde, para sí, el vivido;
que disfrute, quedamente, el bienamado;
que calle el que piensa, si es prudente;
que llore su desconsuelo el apenado.
No vayas por ahí contando extravagancias,
cuanto digas siempre habrá acontecido,
lo verás corregido, aumentado o negado
porque aquí: sólo se admiten semejanzas.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Gracias por los consejos tan bellamente dados.
Me resulta un estilo un tanto quevedesco, pero a lo mejor es que no tengo ni idea.
Bueno, el caso es que me gusta y sobre todo me admira, porque yo soy incapaz absolutamente de escribir algo así.

Lan dijo...

Más que consejos, se trata de lo que la vida nos va dictando a todos. Y, llevas razón, suenan estas palabras a otros tiempos, a otros modos de escribir que, definir como quevedescos, suena a halago exagerado. No es bueno,lo sé, pero hay días que a uno le apetecete escribir cosas así y salen de ese modo. Y, ¿por qué va uno a renunciar a ese capricho?.
Muchas gracias por tu comentario, Ángeles.