La abuela Narcisa tuvo muchos oficios de mujer: criada, tabernera, verdulera, tendera y cuidadora, compatible todos con atender su casa. Casóse, parió y enviudó. Vivió 94 años.
Una vez vi que leía “El extranjero” de Camus.
- ¿Te gusta?
- Parece que no lo digiero muy bien.
- Pero, tú, ¿eres atea?
- Yo qué sé si soy tea o atea. Voy a misa con mis amigas y me lo paso bien.
Ante las escenas de amor que veía en la tele decía jocosamente:
- Siempre me dices lo mismo.
Cuando hablaban los políticos, sonreía incrédula:
- Por no ver visiones, me acuesto a las oraciones.
2 comentarios:
Pero qué lista la abuela. Y qué sentido del humor. Yo conozco a una parecida, y me encanta.
Es verdad, Ángeles. Hay muchas personas que han llegado a una edad en las que nadie les escucha y, sin embargo, encierran en muchas de sus frases un conocimiento cargado de ironía.
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