26 de junio de 2011

Sin palabras

Sin saber qué decir,
callo y te miro.
Y no me inquieto,
cansado, como estoy, de oír tantas palabras,
de escucharlas monótonas, memas, reiteradas.
De oír siempre lo mismo,
tengo el alma encallada.
Sin saber qué decir,
te miro y callo,
porque de escuchar a las bocas repetirse
me siento fatigado.
No deseo que quieras
escuchar de mis labios
palabras ya mil veces pronunciadas,
escuchadas por los voluntariosos en oír,
repetidas por quienes no saben qué decir.
Déjame acompañarte en silencio,
sin conceptos abstrusos.
Que el pensamiento vuele
y remonte, como siempre,
a las palabras vaciadas por el uso.

7 comentarios:

lohengrin dijo...

Fantástico, me apunto
Besos

Lan dijo...

Admitida, Lohen. :-)
Un abrazo.

Ángeles dijo...

Yo callo, leo y asiento. Me ha gustado mucho, y espero que esto no resulte una vacuidad.

Lan dijo...

Mujer, cómo voy a quejarme, si sólo dices que te gusta. Estaría bueno.
Saludos, Ángeles.

Paz Zeltia dijo...

Lo dicho:
"bienaventurados los que no hablan, porque ellos se entienden"
-Mariano José de Larra-
(para qué voy a decir yo de otra manera lo que otros han dicho tan bien antes)

yo tengo vedada esa faceta, por naturaleza

Paz Zeltia dijo...

Que me olvidé de decir (tanto intentar reducir palabras!)
que me gustó mucho el poema.
si, si.
-no puedo prescindir de las palabras para intentar salir y entrar desde mí, pero puedo apreciar esa grandeza de la comunicación sin palabras y esa forma hermosa de expresarlo [con palabras, eso sí]-

Lan dijo...

Gracias, Zeltia.