7 de marzo de 2012

Redefinición solidaria de la democracia: Jódete.


Mis padres no podían arreglar nada y, por eso, paradójicamente me pegaban. Cuando protestaba ante lo injusto, me pegaban por mi bien y me decían que a ellos les dolía más. Tenían que reprimir mis arrebatos porque éstos, que en el hogar podían asumirse, no serían más que un estorbo para mi vida venidera, una vida que debía basarse en la sumisión que ellos ya tenían asumida. Me abriría camino cumpliendo todos los deberes y no reclamando ningún derecho, confiando en que mis superiores apreciarían mi voluntad de colaboración y así progresaría en la vida. Y a eso volvemos. Sí.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

...Entonces...fuimos dos?
...Entonces...fuimos dos!
...Entonces...huimos. d:(´
...Breves
...Deica.

Lan dijo...

Hombre, Beato. Qué bien saber de ti.
Por cierto, no puedo entrar en tu blog.
Saludos.

matrioska_verde dijo...

la letra con sangre entra.

mi padre nunca me levantó la mano, no hacía falta, sólo con mirarme yo temblaba...

mi madre, sí, me dió unos cuantos bofetones ligeros, que me herían, sobre todo, el orgullo...

a mí hija le dí algún que otro cachete en el culo, muy poco contundentes, era más el gesto de "aquí estoy yo, tu madre"...

en la medida está la ganancia: ni mucho, ni poco, lo justo.

biquiños,

Lan dijo...

No es por contradecirte, Aldabra, pero siempre he pensado que la letra, precisamente la letra, con sangre no entra. Y, ya de paso, confío también en que quien bien te quiere te hará feliz.
Pero lo que nos hacían era eso: sufrir.
Así era.
Bicos.

matrioska_verde dijo...

ei!, que no puse lo de "la letra con sangre entra" porque esté de acuerdo con la frase, para nada, todo lo contrario, simplemente es que al leer tu entrada se me vino a la cabeza porque era lo que se pensaba en aquella época.

soy una persona muy dialogante y tolerante, siempre me gusta ponerme en los zapatos de los demás, y por supuesto estoy en contra de cualquier violencia...

porque un cachete en el culete, para mí no es violencia... a veces duele más la violencia verbal.

Y sí, confío también en que quien bien nos quiere nos hará felices.

biquiños,

Lan dijo...

Vale, vale. :-)

Paz Zeltia dijo...

bueno, este post ya no necesitaba texto, con el título llega.

:-)

Anónimo dijo...

...Seguiré huyendo, incluso de las palabras...
...Hay que huir, también de los cachetes...
Porque aunque parezca diminutivo, no es menos; y quien lo recibe, si es diminuto...
No me vale el argumento de que las palabras son más violentas. Es una falacia más.
Las palabras, tal vez, sean las respuestas adecuadas. Son lo proporcional al diálogo encendido.
El cachete rompe la respuesta de la proporción...
No es válido, incluso pareciendo un eufemismo de otro golpe igualmente sonoro...
No deja de ser una respuesta violenta físicamente...
La palabra encendida es la respuesta proporcional; no el insulto...
Nunca es lo justo, ni se es justo así...
Agur.

Lan dijo...

Claro, Zeltia, pero habrá de ponérsele algo dentro de la cáscara. ¿No?

Lan dijo...

Estimado, anónimo, desde luego del mal el menor. Pero, a veces, todos incumplimos con nuestros propósitos. Por buenos que sean.
Agur, amigo.

Metalsaurio dijo...

"Oiga, que la cosa está muy mal y si protesta, peor se pondrá"


Pues si no protestamos cuando la cosa está mal...lo que está claro es que protestar cuando todo está bien es de tontos.

Lan dijo...

Sí, Metalsaurio, pero a la protesta, dentro de muy poco, se le va a considerar ir contra el sistema, algo así como una subversión o una amenaza de terrorismo. O, si no, al tiempo.
Saludos, amigo.

Insumisa dijo...

Que curioso... mis padres, por mi bien, intentaron lo mismo, pero parece que no les funcionó, sigo siendo insumisa... y de la peor clase.

Lan dijo...

Y, encima, presumes. ¡Mala hija!
Si es que no te tenían que haber comprado de pequeña a los gitanos.
¡Qué cruz contigo, Señor!
Insumisa contumaz.