16 de noviembre de 2012

Palabras medicinales



“…que todavía es consuelo en las desgracias hallar quien se duela dellas” (Cervantes)

No era amigo de contar desdichas excepto cuando las narraba a desdichados, porque éstos se gozaban en oírlas considerando que quien tales cosas contaba de otros infortunios entendía bien los de ellos. Y siempre terminaba sus tristes relatos dejando una puerta abierta para que por ella saliera la desgracia. Y, pareciendo más versado en desdichas que en versos, todos le tenían por un hombre bueno y no por un poeta y, de este modo, curaba heridas ajenas y olvidaba las propias. Que la realidad cotidiana, sin infortunios añadidos, era suficiente para quebrantar de continuo el ánimo de aquel empedernido narrador.

2 comentarios:

matrioska_verde dijo...

es que siempre entiende mejor quien ha pasado por lo mismo.

biquiños,

Lan dijo...

Por eso al leer a Cervantes uno se da cuenta de que la vida fue siempre igual y todos vamos recorriendo caminos similares, con más o menos conciencia de ello.
Bicos.