Laderas, barbechos, rastrojos,
siembras, olivares, viñas, aliagares, retamares, espinos, zarzamoras, bancales,
aguazales, pobedas y jarales, todo lo va moliendo en su tic-tac el perseverante
paso de las botas. Los ojos devoran las distancias, pero los pies tienen que
coserlas con miles de puntadas diminutas, juntitas, tranquilas en el llano, relajadas
en las bajadas, apretadas y fatigosas en las tremendas cuestas que agotan el
motor de los pulmones y tensan de dolor las cuerdas de las piernas. Canta la
perdiz en lo más alto y se deja caer ladera abajo para que sortees, si es que
puedes, un nuevo barranco.
2 de febrero de 2013
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10 comentarios:
Y así, muchos años más. Y que usted lo disfrute.
supe que era todo, menos "povedas", aunque lo había escuchado como apellido, en alguna obra de teatro o novela.
me imagino caminando por el paisaje de la foto, con el frío. O con el sol. Me canso sólo de pensarlo... que lejos parece todo.
que palabras tan bonitas y como consiguen adentrarnos en el terreno que tan bien describes.
biquiños,
Gracias, Isidro.
Zeltia:
Como apellido existe Poveda y Pobeda.
Y, tal vez por eso, cometí una falta de ortografía y escribí con v lo que debía haber escrito con b.
Ya lo he corregido. Pobeda es un conjunto de pobos, es decir, de álamos. También, en algunos lugares, les dicen alamedas.
Gracias a tu pregunta me he dado cuenta de que escribí mal la palabra.
A veces también me canso sólo de mirar esos paisajes pero, una vez en ellos, la ilusión de la búsqueda y la emoción de encontrar hace que las horas de caminata se hagan llevaderas.
Todas las lenguas, Aldabra, están llenas de palabras bonitas que, por las prisas, casi nunca utilizamos.
Bicos.
Los pasos como puntadas que van cosiendo la tela del camino.
Me dicen que es de Machado y me lo creo. Me dicen que es de Lan y me lo creo igualmente.
Gracias, Ángeles. Es muy halagador lo que dices y muy exagerado. Sin embargo, ponerme al lado de Machado, creo que es como comparar a Dios con un pobre diablillo(por no decir diablo). :-)
No existe más dios que el que hay en la mente de algunos hombres y, Ángeles, tiene más razón que un "santo"; aunque estos sean productos artificiosos de los primeros que refiero.
Las frases y palabras, como ésas, sólo salen de quien es capaz de emplearlas hasta que levanten las perdices sus plumas agotadoras, agotadas.
No sólo se destripan terrones en los campos de la cercana Arriaca para apartar las calizas con las que construir muros y chozos, también se disfrutan de jornadas de pateos y, descansando entre pobos, admirar "jermosas" puestas de sol en amplios horizontes; sin tropiezos, cómo fin.
Fantástico tu breve relato, cómo siempre.
Breves saludos.
Admirable tu comentario, Beato. Que siempre me amilanas con tus conocimientos.
Un saludo.
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