11 de octubre de 2014

La hermana paciencia

La globalización hace mundiales los problemas locales. Y, aunque los poderes reales ponen coto a cuanto no les interesa, los virus escapan aún a su control. Sin embargo, los virus, trabajando gratis y con movilidad laboral, son también partidarios de la globalización y gustan, como esos poderes, de colonizar cuanto pillan y además, siendo insignificantes e irracionales, actúan con mayor efectividad que las grandes corporaciones. Ante esta globalización biológica, nos quieren tranquilizar con protocolos que, al parecer, nadie respeta. Y la gente les observamos, como siempre, con paciencia, esa sempiterna hermana. Porque, estando mal, podemos acostumbrarnos a estar peor.

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