6 de diciembre de 2014

Bostezo

El tagarote, amonado en la atalaya de una rama, espera. El cazador sabe que ver al baharí es buen presagio. Sugiere que torcaces o perdices anden cerca. La rapaz volará si el hombre acecha, pero no lo hará si guarda la distancia. Canes y humanos, merodeando, le ojearán la caza. Graznan dos picarazas delatoras y la raposa se escurre con su hopo esponjoso por entre las aliagas hirsutas que cercan las huras del vivar lejano. Asoma el sol, cumplidor, iluminando enebros de sombras alargadas y carrascas macizas. Un vaho muy tenue, como de bostezo, sale lentamente de la tierra.

4 comentarios:

Ángeles dijo...

El estilo poético de esta entrada, con su ritmo, su atmósfera y sus aliteraciones, ¿ha sido intencionado o es que no lo puedes evitar?

Descalza dijo...

De esas palabras nuevas. Como me gustan. Pero esta vez pusiste muchas en un texto muy corto. Imagino, por el contexto, que taragote y baharí son lo mismo. Sin embargo de taragote aparecen muchas imágenes cuando consulto, pero de baharí, aparece un hombre con pinta de árabe. ¿?
De todos modos me llevaste al paraje.
:D

Lan dijo...

Poca gente nota el ritmo, pero veo que tú sí. Hago lo que puedo, Ángeles. A veces sale algo decentillo. :-)

Lan dijo...

Sí tagarote y baharí son lo mismo. Es un tipo de halcón.
Pero si te llevé al paraje, date una vuelta con el Soros, que a él le gusta más andar que a mí.
Saludos, Descalza.