23 de diciembre de 2014

Escarcha

Platea de frío el campo y llora cada rama una lágrima, primero blanca y luego transparente; cada brizna de hierba, cada piedra. Y lento, con el calor tibio de un viejo perezoso, el oro del sol disuelve el polvo de blancura. La tierra y el aire, codiciosos, se disputan el deshielo del hielo. La una lo bebe, fundido en agua y barro, y el otro lo aspira con vehemencia, sublimado en minúsculos puntos de vapor. El caminante y su perra sólo miran. Y gozan del derecho a la vida en directo, sin intermediarios. Y ambos dan fe de este milagro.

4 comentarios:

Ángeles dijo...

Puede considerarse, ese caminante que va con su perra, un espectador privilegiado de un "reality show" de verdad. Aunque no sé si la poesía y el concepto de reality show pueden ir juntos en un mismo enunciado sin que algo se remueva en algún sitio.

Lan dijo...

No debemos confundir lo que significan las palabras con lo que quieren decir. A veces, lo que significan, es algo tan distinto de lo que queremos decir cuando las pronunciamos que uno no comprende cómo el lenguaje nos permite aún comunicarnos.
Saludos, Ángeles,

Paz Zeltia dijo...

Que foto tan hermosa, parece que transmite lo que tú fotografías también con las palabras.

Lan dijo...

El perderte de sol a sol por esos páramos helados y llegar al monte, que es una selva castellana, y atravesarlo y regresar cuando el sol se pone, es otra de las cosas a la que le tengo bastante afición. Pero te aseguro que no me encuentro a nadie.
Casi mejor.
Saludos, Zeltia.