10 de enero de 2015

La nueva revelación

Hay una religión con más seguidores que ninguna. Sus axiomas no necesitan de la fe. Así, por extraño que parezca, los oficiantes están siempre seguros de ser once contra once, de salir a ganar, de darlo todo, de no poder luchar contra la suerte o los arbitrajes, de saber que la pelota, cuando no quiere entrar, no entra.
Y los fieles seguidores están convencidos de sentir sus colores, independientemente de los resultados; de que jugar mejor no significa ganar, y al contrario; y, sobre todo, de que el fútbol es fútbol y a la inversa. Este dogma no tiene resquicios.

8 comentarios:

d:D´ dijo...

Y la fotografía es fantástica. Da a entender que sí refleja lo que viste.

Así se inicia el camino de la idolatría, como un juego...para ricos con seguidores de todos los calibres. Descarriadas ovejas que pastoreadas por líderes a los que tanto adoran hoy mañana odian.
Y es que ya lo dijo aquel que tú tuviste más cerca, físicamente: Por los Caminos de la riqueza también se puede llegar a su dios.
No comprendo este gran circo, neorromano, de masas que habiendo tanto en juego aún les aliente más el seguírselo.
Lo peor, es que además se producen mártires anónimos con pérdidas de vidas humanas que es lo que son en definitiva.
Otra locura, descabellada con fiesta de guardar antiguamente los festivos y que hoy las hay incluso por el gallo; bien nocturnas.

Paz Zeltia dijo...

Batallita:
En 1982 fue el mundialito. O algo así. y yo quse aficionarme al fútbol, como una manera de no ser apartada al guetto "femenino" desde el mundo "masculino". Quería estar en el mismo mundo. Pues ni con el feminismo por bandera pude resistirlo, nada, que no me aficionaba.

d:D´ dijo...

Entonces estamos en la misma tesitura, ni me aficiono ni en ficción.

[Me decía un conocido
¿Hombre, viste la final tan importante de fútbol donde en el golazo de un tal...?
No, no veo fútbol, no me gusta
¿Cómo, hombre, pero si eso lo ve todo el mundo?
No, hombre no; no soy un onvre al uso...No me gusta el fútbol. Lo siento.
¿Cómo, pero nada de nada?
¿Qué parte de mis palabras no has entendido? No hago excepciones. Es como si me dices que vaya a tu templo, que te acompañe que no pasa nada. Oiga, pues como que no. Lo siento. ¿Qué parte de no crédulo (o incrédulo) no comprendes?]
Ni soy de afición ni creo en seres de ficción ni en libros de fantasía; eso puede estar bien para los niños...mientras son pequeños.
Mi último comentario.

Lan dijo...

Beato, si no te gusta el fútbol, creo que presentas alguna anomalía genética preocupante.
Por ahora a los casos como el tuyo no les obligan a abandonar el país pero todo se andará.

Lan dijo...

Hay que ver, Zeltia, hasta dónde puede llegar una mujer por integrarse.
Pero, claro, eso del fútbol es una cosa tan simple que no me extraña que no le vieras ningún interés. Es siempre lo mismo. Y, sobre todo, si no sentías lo colores... pues no hay nada que hacer. No te digo más.

Ángeles dijo...

Cuando yo era pequeña y escuchaba desde mi habitación el murmullo de los partidos de fútbol, por la tele o por la radio, me entraba una tristeza incomprensible. Me deprimía, y sigo sin entender por qué.
Hoy día no me deprime, solo me parece algo aburridísimo.

Ángeles dijo...

Se me olvidaba: ¿la foto es así tal cual, o hay milagro por medio?

Lan dijo...

Mi padre escuchaba el fútbol en la cama y, una vez, para que me hiciera caso, estuve a punto de prenderle fuego a las sábanas. Tampoco yo entendía ni entiendo esa matraca.
La foto no tiene ningún misterio, simplemente salió así. Te prometo que no me lo propuse, pero salió.
Saludos, Ángeles.