14 de febrero de 2015

Tentaciones del desierto

Los lugares donde sólo queda el paisaje son desiertos. Quien los conoció habitados los mira con recelo, sabe que son las bambalinas de un escenario abandonado y vacío de actores. Teme que los últimos moradores, viejos conocidos, aparezcan por donde solían y le animen a desvanecerse como ellos. Es consciente de que la memoria es también una llamada a los espectros y que aquéllos podrían responder y que, si no hay testimonios que lo avalen, es porque el añorante nunca regresó. La evocación puede rumiar en su poderoso abomaso a quienes sin precaución la concitan. Os lo advierto.

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Es tal como dices.
Yo lo sentía así.
Ahora ya no.
Ya no evoco a mis espectros.
Ahora el espectro soy yo.

Lan dijo...

Gracias, Toro Salvaje.
Es la primera vez que recibo un comentario de un espectro.
Normalmente soy muy agradecido con las personas pero, con un espectro, creo que debo serlo aún más, pues ni siquiera sé si tenéis tiempo libre o lo de ser espectro requiere dedicación absoluta y te has escaqueado del espectrismo por un rato para mandar cuatro letras.
Saludos.