9 de marzo de 2015

Atochas

Las atochas son más conocidas como espartos y hasta hay quien les dice berceos. Ilustre apellido, como veis pegado a la tierra, de uno de los fundadores de la lengua castellana en tiempos del Mester de Clerecía.
Un antepasado mío fue espartero, no era el general. Y uno de sus trabajos era recoger atochas para hacer suelas de alpargatas, sogas, estropajos y otros aditamentos propios de las tecnologías de su tiempo. Los barrancos de esparto se alquilaban y mi antepasado llegó a ser denunciado por coger atochas de barrancos ajenos. Algo así como robar hoy los secretos de Silicon Valley.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Hacía tiempo que no me acordaba yo de don Gonzalo.

Qué interesante el paralelismo has hecho entre el barranco del esparto y el valle del silicio. Al fin y al cabo, todo es producto de la tierra :)

Lan dijo...

Y cuántos usos y secretos que de la tierra conocíamos se habrán perdido ya, quizás, para siempre.
Saludos, Ángeles.