19 de octubre de 2015

Blogs abandonados

Algunos blogs abandonados parecen botes salvavidas desinflados. Modestos cuadernos de bitácora de las vidas normales, frágiles como barcos de papel. Botellas con mensaje de algún náufrago con poca esperanza varadas en la arena de alguna playa desierta. Pequeños predios hundidos en el tiempo que ya dejaron de soltar burbujas. Ecos, ya casi mudos, cansados de rebotar buscando las aristas de pantallas ajenas. Caminos hacia alguna ilusión, perdidos y olvidados en las rutas caprichosas de los buscadores. Caracolas abandonadas que sólo gozan del derecho a un ruido propio, interior, tan monótono como la respiración.

6 comentarios:

Ángeles dijo...

Esta especie de elegía-alegoría, dos en uno, me ha conmovido, porque un blog es algo tan personal, que se hace con tanta ilusión y que puede llegar a ser tan importante para su autor, que verlos abandonados es como ver a sus autores desencantados o cansados o imposibilitados por alguna razón a continuar dedicándoles tiempo.
Y es que además, cuando veo algo hecho con especial arte y sentimiento, como es el caso de este texto tuyo, yo me emociono.

Lan dijo...

A mí, algunos blogs, me dan la impresión de haber muerto por falta de riego, porque muchas personas piensan que alguien les va a hacer comentarios a lo que escriban y eso no ocurre.
Pero escribir no es pedir una respuesta, sino dejar algo al alcance del lector que, aún en el caso de que lo lea, no tiene obligación de dejarte un comentario.
Pero yo agradezco mucho que me hagan alguno. Parece que no estás solo.
Gracias, Ángeles.

Anónimo dijo...

Agonizan intentando perder la identidad, algo que consiguen a medias, en el limbo electrónico; un fallo humano que globaliza la intimidad innecesariamente.
Quisieron ser algo más que historia y sólo son prehistoria desgraciadamente
Algún día todo esto será cenizas sin valor ni cultivo, agua de borrajas pues estarán superados
Nada mejor que escribir para uno mismo sin esperar nada a cambio, ni respuestas.
Por amor la arte

Lan dijo...

Llevas razón, Anónimo. Pero uno es débil y le agrada saber que, al menos, alguien leyó lo que escribió.
Aunque, al final la bola del tiempo, que no para de rodar, se lo lleva todo por delante.
Saludos

Anónimo dijo...

Bonito texto.
Alguna vez he encontrado alguno que me ha gustado mucho.
Resulta curioso leer los comentarios y observar esa etapa de la vida de una persona como congelada en el tiempo.

Soros dijo...

Paloma, a veces son también manos tendidas ofreciendo amistada o pidiendo socorro. Mensajes que viajan por el tiempo en su botella.