13 de febrero de 2016

Dúo floral


A la flor silvestre del amor, capaz de resistir intacta agostos y sequías, y a la flor cultivada del cariño, crecedera continua carente de descanso, les salen, cada de cuando en cuando, algunas yemas nuevas en el tallo. Unas se hacen espinas aceradas, dolorosas; otras, hojas acogedoras y mimosas. Y, ambas flores, perviven con las unas y las otras.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Como habría dicho mi madre: "Y qué verdad que es".

A mí me ha encantado la metafórica y perspicaz antítesis de la flor silvestre del amor y la flor cultivada del cariño.

Un saludo!

Lan dijo...

Ambas, sea cual sea su naturaleza, han de cuidarse. (¡Qué verdad es!)
Saludos, Ángeles.