27 de agosto de 2008

Sí y no


Te acosa constantemente, usa el móvil para tentarte, conoce tus horarios, costumbres y rutinas, incluso trata a tu marido y coincide con él sólo para verte… Sin embargo yo creo que todo eso ha llegado a gustarte, que ya te has entregado a él secretamente, que los remordimientos te hicieron alejarte asustada pero que te encanta sentirte acechada, que me evitas para no reconocer ante nadie que te has entregado más veces o que, sin atreverte a aceptarlo, piensas hacerlo… Quizás no ayuda mucho tener cuarenta y pocos, un marido casi septuagenario y pretender ir de señora por la vida.

4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

y.. no siempre coincide la imagen que queremos dar de nosotros mismos con lo que realmente nos gustaría hacer...

normal reuir a las personas que nos recuerdan lo que no nos gusta que nos recuerden ¿no?

al del texto le pasa por listillo.

Lan dijo...

No sé si el del texto tiene algo de listillo. Puede que sí. Pero ella se queja del acoso y lo cierto es que lo necesita, le encanta. Ese es el meollo del artículo. Y, pasar, pasa. Lo juro. Por el niño Jesús... ;-)

Insumisa dijo...

¿Es una crítica?
La mujer siempre gusta de gustar... igual que el hombre.

Eso creo, eso siento, eso veo.

Besitos encantados

Lan dijo...

No es crítica. Es una historia real.