2 de diciembre de 2008

Malmetiendo


Exagera, pero di que describes. Inventa, pero di que imaginas. Insulta, pero di que diagnosticas. Miente, pero di que fabulas. Asusta, pero di que predices. Coacciona, pero di que informas. Atemoriza, pero di que aconsejas. Y, sobre todo, no te quedes nunca corto de palabras. Adórnate con ellas pues, aún cargando muchas, pesan poco. Recuerda siempre que las misas y el azafrán fueron cosas de poco alimento pero que captan por millares sus adeptos. Y, no olvides nunca, que sólo con las obras conviene escatimar. Que por eso, hijo mío, se dice: ¡Dios te libre del apretón de un vago!

4 comentarios:

Insumisa dijo...

Las misas ya no tanto adepto. Pero el azafrán quién sabe. Con eso de las paellas deliciosas, sigue teniéndolos.

Voy a ponerme a exagerar (escribir)un poco.

Saluditos mañaneros

Lan dijo...

Dicen que los países anglosajones basan su vida en la acción. Dicen que los que somos latinos la basamos en la palabra. ¿Cualquiera sabe si será verdad lo que dicen?

Paz Zeltia dijo...

pues, Padre, nunca había oído yo eso del apretón del vago!

Lan dijo...

Me parece que es un dicho popular. Como los vagos no hacen nunca nada, el día que hacen algo o si se tiran a por tí furiosos pueden matarte con toda la energía sin gastar que, acumulada, te pueden aplicar en el tal apretón. Pura lógica, hija. :)