28 de enero de 2009

El Dios ubicuo de todos los ejércitos


- No me gusta matar. Y, si sin gustarme tengo que hacerlo, preferiría que me gustara.
- No, hombre, no. Eso está feo. Si hay que matar se mata, pero sin ganas, considerándolo un deber patriótico. Porque, cuando se mata a desgana, vences tu voluntad. Demuestras disciplina y valores.
- Pues yo, teniendo en cuenta que el efecto final es el mismo, te digo que preferiría disfrutar. Porque, para qué padecer por lo que hacemos voluntariamente. Ya que matamos, matemos a gusto, hombre. ¡Por Dios!
- Cierto… además, tenemos a Dios con nosotros.
- Claro. ¡Cómo si no, matar impunemente!

2 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

me acordé del perich

Lan dijo...

Me ha llenado de orgullo que Erdogan se levantará en Davos y se fuera. Ya vale de mirar para otra lado ante las atrocidades de Israel. Al fin alguno representa la dignidad humana ante los holocaustos de hoy en día.