24 de abril de 2009

Los niños con los niños, las niñas con las niñas


Supongo que en un aula donde hay alumnado de distintos países, razas, sexos, estratos sociales, religiones… no se aprende con la misma efectividad, si por efectividad se entiende el aprendizaje de las materias, que en otra donde el alumnado fuese más homogéneo en todo. Pero tal vez, la educación, la convivencia y la enseñanza se consiga por el amor y en la diversidad. Y, el amor, se da entre personas muy dispares, de distinto estrato social, cultural, económico, de distinta raza, de distintos países, de distintas religiones y hasta, muchas veces, de distinto sexo.

6 comentarios:

Insumisa dijo...

Lo único que hace la diferencia -y esto no es irreconciliable, dado que se puede lograr equilibrar el marcador- son las bases o currícula que trae consigo el niño. De hecho, si se logra integrar un grupo muy heterogéneo. Por mucho que lo intenten agentes externos, el rendimiento académico o la efectividad, como dices, sube, mejora, se eleva hasta alturas insospechadas. Y tienes razón sobre el amor. Es el ingrediente principal.

Lan dijo...

Y, cómo se motiva usted, señora, cuando se menciona la educación. ¡Ándele!

Insumisa dijo...

Lo reconozco. En ciertas cosas me gana la pasión. No tengo remedio. ¿verdad?
;-)

Lan dijo...

Es natural.

Paz Zeltia dijo...

e incluso de distinto sexo, sí señor.
(hoy vengo de ver una obrita de teatro en la que actua mi ahijada; la profe de teatro del cole es la que montó todo. Solo intervienen niñas, nos han dicho.
y allí en medio, haciendo de "pijas" había un niño, vestido de niño, con aspecto de niño... amaneradísimo.
le digo a mi ahijada cuando losartistas se mezclaron entre el público:
-pero no me decías que sólo ´´erais actrices?
- siiii
- pero hay un niño
- ¡ah david!, pero david no es "exactamente" un niño
- entonces esa manera de hablar y demoverse no eran "exigencias del guión"?
(se escojona de risa, y dice, pues claro que no, es david! y se fué con sus compañeras.
su madre interviene y me cuenta que desde el parvulario, David, siempre fué así. jugar con las niñas, querer tener el pelo largo y poner coletas... en las excursiones que duermen fuera, campamentos, etc. lo ponen a dormir con los niños y él llora desconsoladamente, dice quees injusto, quie por qué el no puede estar con sus amigas.
Los padres fueron a pedir a la dirección que les deje dormir con las niñas, pero por ahí no pasaron, sin embargo le metieron en la obra de teatro "solo chicas".
se le veía feliz.
tu post me hizo recordar esto, y la naturalidad con que mi ahijada lo vive, y lo mismo sus otroscompañeros de clase.
Si es que, conocer, es querer.

Lan dijo...

Creo que educar en la diferencia es lo más parecido a prepararnos para la vida que vamos a encontrar. Lo otro tiene un tufo extraño a ir en contra de la naturaleza de las cosas. Es bonita tu anécdota.