
Lo que me sorprende es como las contestaciones a esos artículos banales, prosaicos y monótonos son aplastantemente más abundantes que las que se dirigen a esos otros que uno considera importantes. Vivimos instalados en lo intrascendente. A lo mejor en eso consiste la buena educación y, sobre todo, la calidad de vida.
.
4 comentarios:
Por pura necesidad de respirar de tanto en tanto. El exceso de trascendencia, como el de futilidad es fatal para el ser humano.
SAludos
Muy razonable lo que dices.
Saludos.
yo también he notado eso.
pero es que a mí también me gusta más comentar cositas livianas, más llevaderas, o aunque sean de más peso, que me resulten más cercanas. los artículos muy sesudos ya tienen comentaristas sesudos también.
Pero hay también cosas importantes que no requieren mucha profundidad sólo que nos fijemon en ellas.
Publicar un comentario