14 de junio de 2009

Qué nivel

Visitas blogs y encuentras artículos sobre asuntos importantes, vitales, escritos por personas comprometidas y afectadas por ellos. También encuentras artículos sobre las cosas más nimias y triviales, sobre las cosas simples con que la vida nos regala o nos proporciona suplicios vanos y cotidianos.
Lo que me sorprende es como las contestaciones a esos artículos banales, prosaicos y monótonos son aplastantemente más abundantes que las que se dirigen a esos otros que uno considera importantes. Vivimos instalados en lo intrascendente. A lo mejor en eso consiste la buena educación y, sobre todo, la calidad de vida.
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4 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Por pura necesidad de respirar de tanto en tanto. El exceso de trascendencia, como el de futilidad es fatal para el ser humano.
SAludos

Lan dijo...

Muy razonable lo que dices.
Saludos.

Paz Zeltia dijo...

yo también he notado eso.
pero es que a mí también me gusta más comentar cositas livianas, más llevaderas, o aunque sean de más peso, que me resulten más cercanas. los artículos muy sesudos ya tienen comentaristas sesudos también.

Lan dijo...

Pero hay también cosas importantes que no requieren mucha profundidad sólo que nos fijemon en ellas.