
Con la operación retorno he vuelto a casa y a la tele. Con los consejos comerciales, como llaman a la publicidad, vuelvo a ser consciente de todas las cosas que necesito, y no comprendo cómo he vivido casi dos meses sin ellas. Un anuncio incita, por variar, a que vendamos. Sí, ese oro que tenemos por casa bajo forma de pequeñas alhajas que, al menos un día, significaron algo. Una mujer jovencísima dice que nunca imaginó la pasta que le dieron por el anillo de su primer matrimonio. Y así da la impresión de que puedes vender hasta el fracaso.
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4 comentarios:
es una manera de verlo.
ese anuncio también yo lo ví por primera vez hace una semana aprox. y me dejó mal cuerpo. es como "tocar fondo" vicio del consumo
Me parece que hay cosas que no deben ser vendidas por unos pocos euros, sobre todo si la necesidad no es extrema...
¡Gulps!
No veas tanta tele, Lan. Y menos los anuncios después de la media noche. Es malo para el bolsillo (me han contado)
;-)
Éste, del que hablo, lo ponen a cualquier hora. Y, por la noche, suelo estar escribiendo o dormido. Poco gasto pues.
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