
El orden existe, como existen los viejos, pero no le queda otra que convivir con lo que surge, como a ellos. El hombre pone el orden, la naturaleza lo demás. Cayeron en la tentación de ordenar. Pero todos no, faltaron los poetas. Esos ridículos desertores de la especie, retadores de la muerte, ácratas veleidosos, inconscientes, capaces de enfrentarse, con su fuerza de caña, al toro salvaje del destino, esos vocacionales del aquí y el ahora, sacerdotes de una religión universal sin dioses ni creencias, amigos de descubrir lo que hay detrás del amor, del miedo y de la muerte. Iconoclastas.
4 comentarios:
:)
"Sacerdotes de una religión universal sin dioses ni creencias"
Creo que a veces todos o casi todos, somos un poco iconoclastas... cada quien tiene sus 5 minutos de dudas. Cuando menos una vez en la vida.
Sí, así es. Otra cosa es tenerlas continuamente.
y ni son todos los que están ni... ya sabes.
oye, esa foto, con el pueblo no se sabe si protegido o amenazado por la enorme roca
¿dónde es?
me parece impresionante
El pueblo se llama Agüero y está en la provincia de Huesca, muy cerca de Los Mayos de Riglos. Son esas formaciones, cercanas al río Gállego, donde va mucha gente a subir las paredes.
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