
Conozco muchos restaurantes. A uno le gustan esos establecimientos. Sus nombres te evocan cosas. Los hay castizos como “Casa Víctor”, evocadores como “Amparito Roca”, familiares como “Los Labradores”, clásicos como “Botín” o “Asador El Frontón”, cursis como “La Morada de María”, graciosos como “El Dómine Cabra”, famosos como “Casa Lucio”, con sueños aristocráticos como “Lhardy”, o populacheros como “El Atascaburras” y “O Fartabrutos”, pero, en un pueblecito de La Vera, concretamente en Jarandilla de la Vera, encontré éste de difícil clasificación. Se llama, así como suena, “El Puta Parió”. Sin más. A ver de qué pan cortas sopa.
4 comentarios:
Desde luego los hay con nombre imaginativos y sorprendentes.
El motivo por el que se elige un nombre y no otro, puede ser muy meditado o por el contrario de un impulso o una casualidad, una anécdota...
Me he quedado un rato perdida en ese mundo de los nombres de restaurantes, y da para mucho sí. A las personas que se les da para hacer colecciones de lo más dispar, ahí tendrían una buena colección: entretenida, de la que presumir y gratuíta.
feliz finde!
Gracias, Zeltia. Feliz fin de semana para tí también.
Espero que, cuando menos, sirvan buena comida.
La comida del Puta Parió es popular, sabrosa y barata pero su nombre es único, Piel de Letras.
Publicar un comentario