6 de junio de 2010

Prevaricación

Vivo, prudentemente, entre esos cuatro amigos inventados que vagan por mis libros y, también, entre esos otros, reales, que llenan mi mida de nudos, de incongruencias, de prevaricaciones al sentido común, de angustias que deseo resolver como si mi tránsito por la vida me hubiera dado una solvencia de la que ellos carecen. Tengo la incongruente e insensata idea de que mi mente, cavilando, puede resolver sus problemas. No es posible, lo sé de antemano, porque, hasta los más sinceros, sólo muestran la punta del iceberg de lo que les acontece. Pero yo, como un tonto, pretendo solucionar las cosas.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Pues ojalá hubiera más tontos de esa clase, Lan. Sería todo más bonito.
Me ha gustado mucho.

Lan dijo...

Gracias, Ángeles. Veo que eres un alma caritativa. Y, aunque la caridad esté en desuso, creo que el primero de sus pasos es comprender.