
Soñar que, sobre las nubes, viajamos sentados en una roca grande, como en un meteorito, no es ficticio. Cuando uno se ha desconectado del televisor, del dvd, de la radio, de los periódicos, del ordenador, de internet, del mp3, de la play, del pps, de la wii, de teléfonos móviles y fijos, del ipod, del blackberry y, si me apuran, hasta de la cerveza relajante, lo descubre. Lo ficticio es todo eso que creemos real y que esta fe nueva en el progreso, medio ciego y con destino incierto, nos ha metido, por ojos y oídos, en la cabeza.
8 comentarios:
yo no sé, eh...
eso de la nube... yo sin tomarme algo, no creo.
bueno, tal vez, si fuese extremadamene feliz
La vida es sueño... lo real es ficticio... hasta que se demuestre lo contrario.
Jeje
Zeltia, tu toque de humor es muy bueno. Le has puesto la guinda al artículo. Gracias. ;-))
De acuerdo, Piel de Letras, a poco que imaginemos no sabremos con certeza en qué punto nos encontramos. Y eso, sin tomarnos nada, sólo con la imaginación.
Saludos.
A mí lo de ir montado en una piedra sobrevolando las nubes me da vértifo. Pero también me da vértigo la cantidad de 'gadgets' que enumeras y a los que nos conectamos tan alegremente. ¿Qué hago?
Lan, la descripción filosofica... sencillamente fantástica.
Un abrazo
Pues seguir escribiendo, Ángeles. Esos artilugios a los que te refieres son inevitables y, algunos, hasta nos posibilitan hacer esto que hacemos. Pero, cuidado, que ahí fuera sigue estando el mundo para disfrutarlo.
Gracias, Isidro. Pero, seguramente, la reflexión me la trajo la foto y, en cualquier caso, a ella queda unida.
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