Cuando oyó cantar a la rana pensó
que la cogería. Pero, apenas se movió, aquélla saltó a la charca. Sin moverse,
se fijó en las ondas de su zambullida. Esperó un rato y creyó vislumbrarla en
el fondo fangoso. Aún podría cogerla. Pero, al aproximarse a la charca, un ciento
de ranas saltaron a ella. Los chapoteos e impactos en el cieno oscurecieron las
aguas de inmediato, tornándolas negras. Ahora sabía que había más ranas de las
que sospechó, pero reconocía que era imposible cogerlas. Comprendió entonces el
dicho: “Si enturbian las aguas, son políticos o son ranas”.
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6 comentarios:
Que arte el tuyo, Lan, para encontrar analogías entre la política y las pobres ranas. Ellas ¿qué culpa?
Por otra parte. No me digas que también cazas ranas ¿?
Ya sabes, Insumisa, aquella copla vieja:
"Qué culpa tiene el tomate
que está tranquilo en su mata
si llega un hijo de puta
y lo mete en una lata
y lo manda pa Caracas"
Igual les pasa a las ranas. Otros seres inocentes, pero sabrosos.
No las cazo, pero sí las como, por lo que no quedo eximido de su muerte. Lo confieso. Saben a pollo, bien frititas claro.
y son políticos, sin lugar a dudas.
biquiños,
Nunca había oído ese dicho.
A mí no me extrañaría nada que te lo inventaras. :)
Y cada vez más, Aldabra.
Bicos.
Sí, Zeltia, yo tampoco lo había oído. Pero no está mal, ¿no crees?
De vez en cuando hay que inventar algo, seguramente todos los dichos, cuentos y refranes hubo una persona que los dijo por primera vez.
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