29 de octubre de 2010

La tontería, nuevo valor cultural

A medida que oigo expresiones y palabras chocantes en los medios de comunicación y luego en boca de la mayoría de los hablantes que, por impregnación, les imitamos, pienso si nuestras mentes no se estarán degradando al tiempo que el lenguaje. Hoy he oído hablar de dignificar el pan. Como suena. He pensado que prepondera la intención sobre el significado de lo que se dice. Bastaría con hacer buen pan. Pero no, sería demasiado simple, deslumbra más dignificarlo. El gusto por hablar de modo retorcido aumenta cada día. Pues hala, adelante: pongamos el pan en valor. Dignifiquemos el sinsentido.

26 de octubre de 2010

El cronista local

El corresponsal local del semanario provincial escribió: “Ha regresado a nuestra parroquia el bellísimo cuadro de la Dormición de la Virgen entre el Polvo del Sagrado Camino de Sión. Tras una concienzuda restauración las facciones han quedado nítidas y luminosas, mostrando así una obra que, según los expertos, sería perfectamente museable. De hecho, ha quedado muy claro, de una vez por todas, que no se trataba de un retrato de Cristóbal Colón, como hasta ahora pensábamos aquí. Este pueblo, que lleva el arte y la cultura en la masa de la sangre, está cada día más orgulloso de su patrimonio.”

23 de octubre de 2010

Dolor de espinillas

Los atardeceres dominicales, siendo niño, acudían inexorablemente acompañados por un extraño remordimiento al que, físicamente, se añadía un dolor persistente en ambas espinillas. Era una especie de resaca abstemia que sólo afectaba al ánimo y las piernas. En rebeldía resignada afrontaba la desagradable vuelta a la monotonía del orden tras horas sin programa. Cada fin de semana, que siempre imaginaba inacabable, era, medido en tiempo, decepcionantemente breve. Pero yo no tenía aún ese sentido y lo apreciaba sólo en luz y juego. El dolor de canillas y aquella forma desoladora de percibir el tiempo se esfumaron junto con la infancia.

21 de octubre de 2010

Adentro

Despacio, igual que se engorda o se envejece, van desapareciendo las viejas costumbres y el interés, supuestamente imperecedero, por lo vivido tantas veces. Hasta la ira y las demás pasiones se atenúan. Se transforman, en los peores casos, en indiferencia y, en los mejores, en comprensión, si no hacia los hechos, sí hacia sus protagonistas, humanos como tú. Entiendes que la mayor parte de tu vida la has vivido solo, dentro de tu cerebro, y que, con los años, casi has terminado encerrado en él. Percibes y te vuelves adentro, y te has vuelto un escéptico de la acción.

20 de octubre de 2010

Sus pasos

Andaban, ¿andarán todavía?, por la vieja despensa los envases que la madre fue reuniendo para guardar las alubias y los garbanzos y las lentejas y el azúcar… Allí seguían aquellos recipientes, testigos de infancias, de ahorros, con el aroma aún impregnado de una mujer organizada, de una eficaz gobernadora de su casa:
- Madre, ¿dónde están los moldes?
- En su sitio.
Aquel “en su sitio” sonaba con mucho retintín.
- El que guarda, halla.
Y en aquella casa se hallaba de todo y hasta el edificio, definitivamente remodelado, guarda el retumbar presuroso de sus pasos de mujer poderosa. Algunos aún los oyen.

19 de octubre de 2010

El recuerdo

La cañería del tiempo gotea, dejando aquí y allá manchas de luces y de sombras y de lugares inanimados y mudos que, en su día, tuvieron un guión que anda extraviado por nuestra cabeza. Las fotos son goterones escapados también de esa atarjea que todo lo engulle y se lo lleva. Las escenas que un día, alegremente, se captaron para el recuerdo, aparecen inopinadamente y nos muestran, mansas y mudas, que en recuerdo se convirtieron definitiva y tristemente. Y uno comprende lo deprimente de comprobar que las cosas lleguen indefectiblemente a ser aquello para lo que, en definitiva, fueron hechas.

14 de octubre de 2010

Fabricando héroes

El rescate de los mineros chilenos ha sido un éxito. Todos, el mundo entero, nos alegramos de que estos trabajadores hayan salido de ésta con vida.
El empeño actual del gobierno chileno en rescatarles promete preocupación por la minería, compromiso con la seguridad de los mineros e incorruptibilidad frente a esta industria en el futuro. Pero seguramente si este empeño, compromiso e incorruptibilidad lo hubiera venido ejercitando desde hace muchos años, no hubiéramos tenido estos 33 héroes a la fuerza. El hacer de la necesidad virtud y sacar, además, pecho, no está bien. No obstante, mejor héroes que muertos.

12 de octubre de 2010

San Julián el Tranquilo

San Julián el Tranquilo vivió, hace unos ochocientos años, en una gruta natural de la hoz de un río. Allí, con su fiel siervo Lesmes, hacía ejercicios espirituales y fabricaba cestillos de mimbre para los necesitados. Luego, fue obispo.
La leyenda no da más datos ni falta que hacen. Me agrada la idea de que los santos llegaran a serlo por cosas tan simples como extraordinarias y sé que el indagar sólo lleva al descreimiento, a la decepción y a la tristeza. De los santos conviene sólo saber lo necesario. De obispo, ya se sabe, haría cosas rutinarias.

Pequeña crónica de otro 12 de octubre

La Fiesta Nacional, que no son los toros como tantos creen, se ha celebrado hoy encarnada en el tradicional desfile. Políticos, ejército y familia real, han sabido estar, guardando formas y decoro; y el pueblo, que para eso paga el espectáculo, ha gozado aplaudiendo, abucheando o pitando a los distintos participantes. Los analistas han echado de menos la bandera venezolana, pero también han faltado las de Afganistán, Somalia, Bosnia, Líbano, que tanto nos deben, y las de países entrañables como Marruecos, China, USA y el mismo Vaticano. En resumen: pitos y palmas. Pura convivencia. Una fiesta más de la democracia.

8 de octubre de 2010

Dolores desconocidos

En el rincón más íntimo de nuestra consciencia habita el habla en que nos impregnamos de niños, el habla verdadera. Las otras hablas adquiridas se ubican donde pueden, colgándose de lóbulos, cisuras, circunvoluciones y otras geografías cerebrales. Para los sentimientos sólo el habla profunda nos da la expresión justa. Así que, el que sufre, sufre doblemente cuando su sufrimiento viene, precisamente, por no poder usar su lengua o por haberla dejado perderse. Para entenderlo enteramente hay que pasarlo. Los castellanos, para nuestra fortuna, jamás lo padecimos y, por eso, nos cuesta hacernos cargo, imaginarlo y, a veces, aceptarlo.

Hablando contigo

Y cuando los amigos se marchaban, yo seguía queriendo hablar contigo.
Hablar contigo como siempre, sin prisas, antes también de que llegaran.
Lo más importante y serio de mi vida ha sido y es hablar contigo.
Ahora que todos se han ido o están lejos, o muertos, o desaparecidos, y casi estamos solos como niños, me sigue acompañando, como siempre, hablar contigo.
Y me imagino, cuando ya me dé igual marchame que quedarme, hablando contigo, si es que puedo. Y hablando espero despedirme de ti si no te me adelantas y, en la conversación, te callas tú primero, mi querida.

7 de octubre de 2010

Las cosas de atrás

Escribiendo de cosas de atrás descubro algunos, cada día menos, rencores antiguos que guardaba al camino que me trajo hasta aquí. Y me hago la ilusión de que, si no los tuviera, sería señal de que mi vida habría discurrido de otro modo, presumiblemente más gozoso. Pero no. Son cosas tan inevitables como las enfermedades, que todos nos quejamos de las que acudieron y ninguno de las que faltaron. Sin enfermedades ni rencores no habría defensas ni historia. Así que bienvenido sea el recuerdo de aquello que fuimos porque, nos guste o nos disguste, no tenemos más que esa memoria.

Los primeros años

Estaba recién casado.
- ¡Ay, los mejores años! ¿Cuándo vais a estar mejor?
Estaba convencido de que, seguramente, después de los primeros años.
- Huy, no te creas. Los primeros años son los mejores.
Los primeros años era un tiempo variable. ¿Cuántos años son los primeros años?
Podría ser que los primeros años fuesen todos los años y que las parejas estuvieran esperando que pasaran los primeros años para ser más felices o más desgraciados y que los primeros años no pasaran nunca o que, una vez pasados, como en un descuido, ya no se pudiera hacer nada.

6 de octubre de 2010

De peleón a pijo

-Se ha terminado eso de venir aquí a beber vino como las mulas agua. Que sepáis todos que la Taberna del Pelos acaba de convertirse en la vinacoteca Temple of Bacchus. Desde ahora tendréis que tener en cuenta las añadas, el ciclo vegetativo, la ejecución de la vendimia, la crianza, las notas de cata, los matices, el retronasal, el maridaje, las temperaturas y los aromas de los caldos. ¡Eso, como mínimo! –dijo el ahora sommelier Tinín.
- ¡Huy, copón! –dijo el Pilarón- ¿También las maromas?, anda Tinín, damun botellín que me sa puesto asín como una cinta en la cabeza…

5 de octubre de 2010

Uso de razón

Y también me acuso… de haberle dado una pedrada a San Sebastián.
Lo confesó muy contrito porque había cumplido siete años y le habían dicho que ya tenía uso de razón, aunque él aún no hubiese notado nada. Sin embargo, cuando el día anterior apedrearon a la salida del colegio el friso de los arqueros romanos asaetando al mártir, los verdugos recibieron las pedradas como de costumbre. Mas él, sin querer, marró y descalabró al santo.
¡Ahí va!, ¡pecado mortal! –sentenciaron los demás a coro.
Y ya no se te perdona, por el uso de razón -ratificó el más listo.

Heradio el sordo

Don Emérito disfrutaba en la sección de cartuchos de su ferretería. No se cansaba de exponer con precisión las características de la munición. Explicaba vainas, cargas, tacos, pólvoras, culatines, fulminantes, pesos, plomos, choques y, sobre todo, esa maravilla del calibre. Ese fraccionamiento de una plúmbea libra inglesa para obtener de ella 12, 16, 20 ó más cargas, dando lugar consiguientemente al diámetro del cañón en la boca del arma. Aquella mañana absorto en ello estaba, ante un grupo de admirados clientes, cuando entró Heradio el sordo:
- Una caja cartuchos.
- Por favor, ¿características, calibre?
- Sí, sí, pa liebre, pa liebre.