6 de marzo de 2014

Sin fotógrafo

Un fotógrafo muy importante anda fotografiando, con algo de prisa, a gentes de culturas en vías de extinción que se prestan a ello. Se me ocurre que mi cultura murió sin percatarme y sin que nadie viniera a fotografiarla. Seguramente no había consciencia por entonces de semejantes pérdidas. Así que ahora sé que estoy flotando a la deriva en un mar cultural que no es el mío, algo prestado y ajeno, impuesto por la brutal marea de la publicidad y del dinero. En la cultura dominante de esta modernidad debo ser algo así como un inmigrante cultural, un felizmente aculturado.

26 de febrero de 2014

De antemano, que sepáis que no es cierto

En la Unión Europea crece el malestar por asuntos económicos que empiezan a afectar a países miembros. La competitividad entre empresas se está viendo torpedeada por prácticas de competencia desleal que nadie se molesta en ocultar y que, por su casi cotidiana frecuencia, parecen ya normales. Así, la Cosa Nostra siciliana, la Camorra napolitana, la Onorata Società calabresa y la Sacra Corona Unita de la Puglia han pedido mediación a la UE (y apoyo espiritual al Vaticano) para que sus modelos operativos dejen inmediatamente de ser imitados en España. La Fiscalía española ha respondido eficaz y contundentemente: "No nos consta."

El estado de la nación

El estado de la nación es algo etéreo que aletea entre cifras que nos interpretan. Además del tinglado político, cualquiera ve evidencias atroces. Pero eso, ¿qué mérito tiene? Hemos de creer en lo invisible. Creer es eso. Tozudamente, nos empeñamos en ver negro lo negro y así, con tales certidumbres, jamás mereceremos el maná de la cosa macroeconómica. Vagaremos por los desiertos de la realidad sin entender las directrices que llevan al paraíso del bienestar y la bonanza. Con la política externalizada sin ruido, nos mecen en la cuna económica las manos de unos cuantos talentos creativos. Y dormimos. Benditos.

15 de febrero de 2014

El menos malo de los sistemas...

Los políticos confunden política con poder. Política es el arte de conseguir el poder y mantenerlo, piensan. Y, ¿eso del bien común? ¿Qué coño es?
Apoyándose en la fuerza de entidades ajenas a nosotros, que somos sus representados, canalizan sus acciones y programas. Nosotros les votamos periódicamente, pero ellos, para mantenerse en el poder, sirven a otros. Así, en virtud de la legitimidad de su elección que llamamos formalmente democracia, ellos saben que únicamente conservarán el poder si nos engañan. Una pantomima vieja y bien urdida: tras puta, poner la cama. Y, cada cuatro años, volvemos a lo mismo.

Saber

Sonó el teléfono:
-        ¿Eres hijo de Dolores?
-        Sí.
-        ¿Nieto de Narcisa?
-        Sí.
-        No me conoces. Soy hija de Mariano, un sobrino de tu abuela.
-        Pues, tú dirás.
-        Me llamo Asun y sé que sabes mucho sobre los avatares de la familia.
-        Y, ¿qué quieres?
-        Quiero saber lo que tú sabes.
-        ¿No te importa sufrir?
-        No,  quiero saber.
-        Saber, algunas veces, es muy cruel. ¿Valdrá la pena?
-        El saber nos hace libres.
-        Y también, a veces, desdichados. Quizás eres muy joven.
-         Pero,  yo quiero.
-        ¿Estás segura?
-        Lo estoy, te daré mi correo.
-        Mi condición es: sin rencor.
-        Acepto.
-        Entonces, sea.

12 de febrero de 2014

Pasteleo

-        ¿Madalena o magdalena?
-        ¡Qué vulgar!, una persona con nivel debería decir cupcake o muffin.
-        Y, ¿eso por qué?
-        Porque todos saben lo que es una madalena o magdalena, que de ambos modos puede decirse, pero diciendo cupcake o muffin pasarás por más culto, y quien te oiga pensará que sabes inglés. Además, decir palabras que algunos no entiendan te dejará en buen lugar y, dado el caso, siempre podrás decir que no has dicho exactamente lo que han entendido.
-        ¿Igual que hacen los políticos?
-        Exacto.
-        Pero si casi ninguno sabe inglés.
-        ¿Y quién te asegura que sepan de política?

No sé si os pasa

Reconozco que la vida, o sea, lo que está ocurriendo, me preocupa tanto que, casi siempre, me impide pensar en otras cosas. La actualidad, política principalmente, apaga mi imaginación, me esclaviza, y su lastre es un secante que me deja sin tinta para otros pensamientos.
Pero, por otro lado, no dejan de admirarme las mentes poderosas de esos tertulianos que, en un mismo programa, pontifican sobre la guerra de Siria, los ERES, Bárcenas, el cambio climático, Urdanga&Cris, el separatismo, la monarquía, la justicia, el cine, el Papa… Y todo sin inmutarse, con qué seguridad, con qué aplomo. No parecen humanos.

10 de enero de 2014

Bilis

“…Everybody knows that the boat is leaking,
everybody knows that the captain lied,
everybody got this broken feeling
like their father or their dog just died…”
(L. Cohen)


Existe un tipo de bilis que es un cóctel de cólera y asco, de ira y de náusea, que corroe despacio los forros del alma. Las mentes vagan erráticas, como náufragas o borrachas, bordeando el piélago donde las noticias diarias acumulan cieno sin descanso. Los ánimos son funambulistas temblorosos que cruzan a diario las simas de la información, mareados por el vértigo de la desvergüenza y el fedor descarado del cinismo. Y, sin embargo, somos marinería obligada de este barco que hace agua y en el que la tripulación sabe con certeza que el capitán, cuando no duerme, miente.

5 de enero de 2014

Añoranza

Hay personas con las que, por larga que haya sido la separación, los lazos fraternales se reanudan al instante. Y, fiados en esa garantía, dejamos pasar el tiempo sin verlas. Son afectos incondicionales que damos por seguros. Pero, tras muchos años de confiada indolencia, reparamos repentinamente en el peligro: la amistad puede no consumirse, pero sí el tiempo. Porque la duración de nuestras vidas no es tan indefinida como alguna vez imaginamos y, por ese error, esa inconsciencia, la llama viva de un afecto puede convertirse, de hoy para mañana, en la ceniza fría de un echar de menos.

Plus ultra

Frecuentemente la educación adquirida a lo largo de la vida, los lugares a que viajamos y las distintas comunidades entre las que vamos viviendo, nos producen cambios de mentalidad que no esperábamos. Y así, un día, nos sorprendemos repentinamente remontando el pequeño país y las peculiares tradiciones que siempre consideramos identidad sagrada, superando lo cercano y viendo más allá. Pero, desgraciadamente, en este proceso globalizador, las personas vamos siempre muy por detrás de quienes deciden nuestros objetivos, porque tendemos a refugiarnos en lo que nos rodea y porque tal proceso, si se da, suele ser lento, individual e involuntario.

2 de enero de 2014

La externalización del pecado o a la inversa

Cuando pecábamos, según la Iglesia, lo hacíamos por acción o por omisión. Hoy el pecado es únicamente un asunto interno para creyentes. En la sociedad laica, oficialmente, el pecado no es punible; lo son el delito y su hija menor que es la falta. Más, aunque el pecado, teóricamente, no exista para la ciudadanía, no han desaparecido las tentaciones y éstas, que son casi ingobernables y están siempre activas, nos llevan al delito usando más medios persuasivos de los que antes usaban para llevarnos al pecado, pues se sirven de: la acción, la omisión y, principalmente, la comisión.

31 de diciembre de 2013

Nudos gordianos

El último día de cada año suscita, especialmente a determinadas edades, la idea,  ya imposible, de realizar lo que en su momento no se hizo. Sin embargo, lleva también a entender cosas que, ni las circunstancias ni los hechos, te permitieron comprender en su momento. Así, el tiempo convierte las conciencias en balanzas equilibradas entre lo que deseaste hacer y no hiciste, y entre lo que ignorabas y ahora entiendes. Es el arqueo anual de las cuentas personales entre la pasividad ante los hechos y el entendimiento de los mismos. Por eso los nudos de la vida suelen ser gordianos.

29 de diciembre de 2013

Lo que es el mal ejemplo

Aznar Senior, cuando aún ignorábamos que era un mecenas, dijo que quién tenía que decirle a él las copas de vino que podía tomar y quién se atrevía a decirle que quería conducir en su lugar. Pues bien, llevamos unas navidades en las que ha cundido el ejemplo y algunos políticos andan por ahí conduciendo bolingas ciegos que atropellan la mundial. Aunque, pensando un poco, para que los políticos atropellen no necesitan empinar el codo, que cada día congelan, recortan, suprimen, clausuran y colaboran, también ciegamente, con la justicia. No sé si me dan más miedo ebrios o sobrios.

La mano que manda en la cuna

Gallardón tendría un hijo deficiente. ¡Anda!, y yo también. Pero, ¡pobrecitos de nosotros!, pese a nuestras nobles almas, no podemos. Y no creo que, en ninguno de los casos, sea porque tengamos una dotación genética tan hipersupermegaguay que lo impida (Bueno, igual el ministro sí). Se debe simplemente a que somos hombres, hombres de bien, claro, de Gallardón ni dudarlo. Sin embargo, aun siendo colegitas de la especie, o sea, dos machotes, a mí no se me ocurriría decirle a mi mujer lo que tiene que hacer, y ya, a todas las demás, me guardaría muy mucho. ¡Qué sabe nadie!

21 de diciembre de 2013

Echándole sal al mar

Las personas mayores tienen motivos, cuanto más viejas y mejor conserven la cabeza, para poder dar buenos consejos, porque la vida siempre enseña más a la larga que en el momento. Dar consejo a quien lo pide es prevenirlo, pedirle cautela, sugerirle prudencia pero, en ningún caso, el consejo obliga a quien lo escucha ni suprime su criterio, porque la audacia y el atrevimiento, virtudes tan útiles en el momento oportuno como inadecuadas en todos los demás, también forman parte de la fortuna y de la existencia. Pero, dar consejo a quien no lo pide es echarle sal al mar.

Criando pelos en la lengua

La verdad sólo debe decirse a quien te hace entender que quiere oírla y, aún así, es peligroso decirla hasta a quien de tal modo la demanda. Porque la realidad que los demás perciben, raramente coincide con la imagen propia que cada uno nos fraguamos de las cosas. Así, puede darse el caso de que la verdad nos sorprenda y creamos que quien la dice nos ofende. Al contrario de lo que ocurre con el dinero, que muchos dicen no ansiarlo pero siempre lo cogen de buen grado; la verdad todos dicen desearla pero rara vez la reciben con gusto.

Signos de burla

Los sinsentidos cometidos por un falso traductor al lenguaje de signos no son  mayores, ni de tal envergadura y repercusión, que las vaciedades y mentiras que los políticos dicen a diario. Así que la traducción de sus palabras a ese lenguaje de signos, hecha por ese sudafricano en los funerales de Mandela, más que locura me parece una irónica burla. Si parece que las palabras carecen de valor para los políticos, qué más dan los gestos con que las traduzcan. Tan carentes de significado son las unas como los otros. Resumiendo, un beneficio para los sordomudos. Que le hagan fijo.

11 de diciembre de 2013

Examen de conciencia

A mis amigos, creo que como a mí, la edad nos ha hecho prudentes, pacientes y demócratas al uso, y nos ha dado un aval de distancia para una supervivencia propia que nos parece merecida. De críticos, en todo lo teórico, nos hemos vuelto inconformistas en lo material; de imaginarios luchadores, hemos delegado en otros, obligatoriamente más jóvenes, esa lucha ineludible, esa que, presumiblemente, creímos haber hecho nosotros cuando entonces. Y, lo mismo que dudo de nosotros que, de radicales, tuvimos más bien poco, dudo de quienes nos suceden porque, por desgracia, fueron educados en lo mismo y por nosotros.

La colmena

Caminan contra las penas los apenados, aguantan los defraudados, fingen los beneficiados, temen los establecidos, protestan los engañados, argumentan a favor los bien pagados, y, en este gran mercado, no hay argumento que no se justifique, ni razón que no se razone, porque la publicidad, la propaganda y el mensaje se yuxtaponen y, como es norma, triunfan si no dan la razón a unos ni a otros. La equidistancia, que a unos no quita la razón y a otros no se la da, condena a todos. Pero unos sucumben con razón y otros medran sin ella. Misterios de nuestra democracia.

9 de diciembre de 2013

Sin cuartel

Mientras uno se balancea involuntariamente al vaivén caprichoso de la angustia, recuerda lo bello e ingenioso que era idear conceptos y frases de autoayuda, máximas para dolores imaginarios o ajenos, sentencias saludables para allanar las frustraciones nimias que bachean el camino de nuestros egos desvalidos, botiquines para distancias sin final en un camino permanente. Pero, metidos en la vorágine real, lo único que parece razonable es que, de vez en cuando, la Naturaleza te dé oportunidad de descansar un poco. Y, entonces, no se te ocurren sabias enseñanzas ni para ti ni para otros. Sólo deseas un poco de cuartel.

6 de diciembre de 2013

Maquiavelo

Si la Historia tiene algún valor científico fiable, no es porque describa cosas tan variables como los conocimientos, la educación, el arte, la religión o cualquiera otra de las manifestaciones diferentes y variadas que caracterizaron a cada civilización, cultura o época, sino porque se fundamenta en el comportamiento humano, que es invariable. Así, nuestras pasiones, siempre las mismas, nos abocan de continuo al desorden y a la corrupción permanente pero, al mismo tiempo, son las que dan consistencia a la Historia como ciencia. Pero, por desgracia, los humanos somos ignorantes y desmemoriados y tendemos siempre a considerar inédito el presente.

5 de diciembre de 2013

Vegetación

Los días se me antojan fugaces y las noches largas. Ideas lúcidas me sorprenden como iluminaciones o destellos de clarividencia que, al poco, no recuerdo. Me he vuelto indolente. No espero días portadores de nuevas y mejores cosas, sino que temo que me traigan, si cabe, y siempre cabe, cambios de peor índole. Y, si a la vida me encadena una certeza, es la de que todo es manifiestamente denigrable. No tengo ganas de luchar, ni defenderme. La inercia de lo renovadamente viejo me sume en la desidia y, sin deseo de morir, tampoco siento apego por la vida.

19 de noviembre de 2013

Perros disidentes


El perro que decidió no someterse hubo de echarse al monte. Pero no se sabe de ninguno de su especie que renunciara y fuera domesticado. El indomable zorro tiene como enemigo al hombre, empedernido doblegador de voluntades, y por feroces perseguidores a otro perros domados, quizás por eso de que la peor cuña es la de la misma madera. Viendo morir a esos perros antes que ceder, me pregunto si entre el género humano existirán disidentes que prefieran muerte a doma, o si todos hemos renunciado a la libertad ante esa frase tan estúpida de ahora: “Es lo que hay”.

13 de noviembre de 2013

Sedación


Por pensar tan fuertemente en ti, te desperté.
Desde ahora acostumbraré a mi cabeza a caminar con la levedad de un gato de algodón, silenciaré el bullir del pensamiento con alas de murciélago, envolveré la matraca de mis ideas en pelo de caramelo y seda de melocotón. Rodearé con una tela gruesa y bien atada la espiga de la campana de espuma de mis miedos. Pondré sordina de merengue a mi memoria. Acolcharé con doble alfombra de plumón el roce de las pisadas de mi aliento. Y adquiriré en la mirada el poder de sedarte con el sueño.

Hurgando en la basura


Una curiosidad de nuestro mundo, repleto de información vertiginosa, es la comunicación basada en las mentiras. Algunos, de buena fe, las creen antes de olvidarlas, otros no tienen tiempo de pensarlas, no faltan quienes consideran que les viene a cuenta no dudarlas y, también, hay algunos que diariamente se entretienen en resolver, como si fuera un crucigrama, la dosis diaria de patrañas interesadas, descaradas, insolentes, ingeniosas o sofisticadas. Y en este mar nadamos con el pensamiento si es que, de antemano, no decidimos darnos por ahogados. El fundamento de la comunicación es la interpretación de las mentiras. Hurgar en ellas.

9 de noviembre de 2013

Abandonados


Me siento ajeno a las noticias políticas y económicas. El abuso intimidatorio me parece instalado en todas ellas. Política y economía han dejado de ser parte de la vida normal, han devenido en dogmas incuestionables que no admiten disidencias, que no precisan de democracia alguna para seguir adelante. Al ciudadano se le necesita para guardar las formas: votar. Luego será sujeto paciente del tinglado oscuro de decisiones de ignorada procedencia y propósito. El lenguaje se ha degenerado de modo perverso. Cualquier palabra puede ser sustituida por otra similar que signifique lo contrario y todo me suscita la ausencia de verdad.

20 de octubre de 2013

Cuando el cuerpo teme


El hombre, ya viejo, pondera, como si fuera un niño que cuenta sus monedas, el esfuerzo que su cuerpo puede administrar. Pretende calibrarlo, no quiere desfondarse. Delante tiene, como tantas veces, el campo abierto: los barrancos umbrosos y amenazadores, las solanas retadoras de los cerros altivos, la llanura ondulada de rastrojos monótonos, la espesura verde del pinar, el pardo alobado del marojal. Teme que el ánimo, que se opuso a pasar de los veinte años, camele a la mente y, el uno por la otra, terminen deslomándole en una caminata fácil para el ojo pero temible ya para las piernas.

Felicaos

Sentencias seguras pero de incierto desenlace, de indefinida duración, con apelativos de etimología griega y latina, con olor a desinfectante, en un mundo de hospitales, quirófanos, esperas, ambulancias, diagnósticos, biopsias, drenajes, catéteres, sueros, cicatrices, consultas, consejos, serosidades, sangre, urgencias, isótopos, tinciones… Es la entrada en un mundo caótico donde, entre la perdición y el vértigo de meses, ha de conservarse serena la cabeza porque, entre esa maraña mareante, sigue estando la vida agazapada y los seres humanos somos capaces, incluso entonces, de dar con la felicidad. Aunque, en esos casos, yo la llamaría, suplicando perdón a todo diccionario: “felicaos”.

19 de octubre de 2013

Traductores


(Foto de J.L. Peña)

Encandilados, palpitan y tiemblan, enardecidos y vibrantes de la nariz al rabo, esos perros borrachos, embriagados especialmente por aquellos olores del campo que a los humanos les están vedados. Hablan los canes un lenguaje gestual, de posturas, de aceleraciones y paradas bruscas, de saltos, de muestras persistentes o cambiantes y, a veces, aunque parezca inverosímil, hasta olvidan ladrar. Traducen, instintivamente, una lengua muda de aromas, tufos y rastros caprichosos que, invisible, está escrita en la tierra, en el aire y en la vegetación. Se afanan en recordar al hombre un lenguaje olvidado que ellos aún dominan: el de la Naturaleza.

13 de octubre de 2013

Estar, están.


Opinión fue, de no sé qué sabio, que en el mundo sólo había un gobierno digno y justo. Y aconsejaba a las naciones que cada una creyese que aquel gobierno era el propio y, así, sus naturales vivirían felices sabiéndose rectamente dirigidos y gozando de su justicia insobornable, amparo de los débiles y escarmiento de los poderosos que tienden, aún hoy, en algunos pagos, a acoplarla a sus caprichos. Pensando así, la paz iluminaría la Tierra y los mansos gozarían la bienaventuranza de poseerla mancomunadamente. Pero nuestro gobierno hace tantos esfuerzos por desengañarnos, que es que no hay manera, oye.