A mis compañeros de 2º de Bachiller deseándoles buena suerte (de arriba a abajo y de izquierda a derecha): Jesús Gilaberte, Ángel Luis Robisco, Rafael Boué, Forest, Jonás Picazo, Obispo, Ramón Salguero, Fernando Aguado, Andrés Colmenar, D. Benedicto (el cura salesiano), Wenceslao Pérez, Juan Julián Peiró, Salvador Sánchez, Tomás, José Luis Rodríguez, Francisco Javier García, Manuel López, Braulio García, Pedro Olmeda, Carlos López, Rafael Magro, José Luis Cámara, Granizo, Julián Juanas, Eloy Gil, Lucio Calvo, Gustavo Felipe y Fermín Saez.
Entonces los muchachos pasábamos del pantalón corto al pantalón largo en una etapa no muy bien definida que duraba más o menos un año. Todos, naturalmente, hechos ya unos mozalbetes, queríamos abandonar para siempre la prenda que nos aniñaba. ¿Quién no quería ser mayor, vestir como un hombre? Pero la reticencia de los padres a no perder, al menos simbólicamente, nuestra tutela; y la de las económicas madres, a no prescindir de unas prendas que aún nos valían, retrasaron nuestra puesta de largo. Esta foto muestra un momento de aquella transición.