La procesión pasaba con su riego de palabras: pasos, tronos, cruces de guía, reviraciones, estaciones, gualdrapas, guiones, cruces, filacterias, piedades, soledades, descendimientos, angustias, maniguetas, mantos y mantolines, misereres, misterios, nazarenos, cirios, costaleros, acólitos, varas, insignias, faroles, penitentes, palios, patíbulos, quinarios, yacentes, solios, mortajas y humos varios.
Y en eso estaba yo cuando el diálogo de un padre y un hijo, con cara de estar amedrentado, me sacó de mi tristeza:
- Papá, ¿qué significa JHS?
- Judíos haceos santos.
- ¿Y eso de INRI?
- Idiotas, no robéis imanes.
- ¿Y SPQR?
- Santa Pamela quiere rosquillas.
- ¿Sí?
- Sí, hijo, sí.
Y el chico aterrado sonrió.